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Cree usted en la EVOLUCIÓN? Parte 1

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Evolución

Definición: Evolución orgánica es el nombre que se da a la teoría que afirma que el primer organismo vivo se desarrolló de materia inanimada. Entonces, al reproducirse —se dice— se transformó en diferentes clases de organismos vivos, y al fin produjo todas las formas de vida vegetal y vida animal que han existido hasta ahora en la Tierra. Se dice que todo esto se logró sin la intervención sobrenatural de un Creador. Algunas personas tratan de mezclar la evolución con la creencia en Dios, y dicen que Dios creó mediante la evolución, que dio existencia a las primeras formas primitivas de vida y que entonces produjo las formas superiores de vida, entre ellas el hombre, mediante evolución. No es una enseñanza bíblica.

¿Es verdaderamente científica la enseñanza de la evolución?

El “método científico” es el siguiente: Observe lo que sucede; fundándose en esas observaciones, formule una teoría en cuanto a lo que posiblemente sea verdad; someta a prueba la teoría mediante observaciones adicionales y por experimentos; y vigile para ver si se cumplen las predicciones fundadas en la teoría. ¿Es este el método que han seguido los que creen en la evolución y la enseñan?

El astrónomo Robert Jastrow dice: “Para desazón suya, [los científicos] no tienen respuesta clara, porque los químicos nunca han logrado reproducir los experimentos de la naturaleza sobre la creación de la vida desde materia inanimada. Los científicos no saben cómo sucedió eso” (The Enchanted Loom: Mind in the Universe [El telar encantado: mente en el universo], Nueva York, 1981, pág. 19).

El evolucionista Loren Eiseley reconoció lo siguiente: “Después de haber regañado al teólogo por confiar en mito y milagro, la ciencia se halló en la posición no envidiable de tener que crear una mitología propia: a saber, la suposición de que lo que tras de mucho esfuerzo no pudo ser probado que estuviera aconteciendo hoy, había, en realidad, tenido lugar en el pasado primitivo” (The Immense Journey [El larguísimo viaje], Nueva York, 1957, pág. 199).

Según la revista New Scientist: “Una cantidad creciente de científicos, y más particularmente un número aumentante de evolucionistas [...] presentan el argumento de que la teoría evolucionista darviniana no es de modo alguno una teoría genuinamente científica. [...] Muchos de los críticos tienen las más elevadas credenciales intelectuales” (25 de junio de 1981, pág. 828).

El físico H. S. Lipson dijo: “La única explicación aceptable es creación. Sé que esto es anatema para los físicos, como de hecho lo es para mí, pero no debemos rechazar una teoría que no nos gusta si la prueba experimental la apoya”. (Cursivas nuestras.) (Physics Bulletin, 1980, Vol. 31, pág. 138.)

¿Están en armonía entre sí los que apoyan la evolución? ¿Cómo afectan estos hechos lo que usted piensa en cuanto a lo que ellos enseñan?

La introducción a la edición centenaria de El Origen de las Especies, de Darwin (Londres, 1956), dice: “Como sabemos, hay gran divergencia de opinión entre los biólogos, no solo en cuanto a las causas de la evolución, sino hasta en cuanto al proceso mismo. Esta divergencia existe debido a que la prueba es insatisfactoria y no permite llegar a ninguna conclusión segura. Por lo tanto, es correcto y apropiado llamar la atención del público no científico a los desacuerdos que existen respecto a la evolución” (por W. R. Thompson, entonces director del Instituto de Control Biológico de la Comunidad Británica de Naciones, Ottawa, Canadá).

“Un siglo después de la muerte de Darwin, todavía no tenemos ni la más ligera idea demostrable, o siquiera plausible, de cómo en realidad tuvo lugar la evolución... y en los últimos años esto ha llevado a una serie extraordinaria de batallas en cuanto a toda la cuestión. [...] Entre los evolucionistas mismos existe un estado de casi guerra abierta, en la que toda clase de secta [evolucionista] insta a que se efectúe alguna nueva modificación.” (C. Booker, escritor del Times de Londres, The Star, Johannesburgo, 20 de abril de 1982, pág. 19.)

La revista científica Discover dijo: “La evolución [...] no se halla solo bajo ataque por cristianos fundamentalistas, sino que también está siendo cuestionada por científicos de reputación. Entre los paleontólogos, científicos que estudian el registro fósil, aumenta la disensión” (número de octubre de 1980, pág. 88).

¿Qué punto de vista tiene el apoyo del registro fósil?

Darwin reconoció: “Si numerosas especies [...] en realidad han comenzado su existencia de una vez, ese hecho sería mortal para la teoría de la evolución” (The Origin of Species [El origen de las especies], Nueva York, 1902, Parte II, pág. 83). ¿Indica la prueba existente que “numerosas especies” llegaran a la existencia al mismo tiempo, o señala a desarrollo gradual, como afirma la enseñanza de la evolución?

¿Se han hallado suficientes fósiles como para llegar a una conclusión sólida?

Porter Kier, científico de la Institución Smithsoniana, dice: “En museos de todo el mundo hay cien millones de fósiles, todos catalogados e identificados” (revista New Scientist, 15 de enero de 1981, pág. 129). A Guide to Earth History (Guía a la historia de la Tierra) añade: “Con la ayuda de los fósiles los paleontólogos pueden darnos ahora un cuadro excelente de la vida de las edades pasadas” (Nueva York, 1956, Richard Carrington, edición Mentor, pág. 48).

¿Qué muestra, realmente, el registro fósil?

El Bulletin del Museo Field de Historia Natural de Chicago señaló: “La teoría de [evolución] de Darwin siempre ha estado estrechamente relacionada con prueba procedente de los fósiles, y probablemente la mayoría de la gente supone que los fósiles suministran una parte muy importante del argumento general que se presenta a favor de las interpretaciones darvinianas de la historia de la vida. Por desgracia, esto no es rigurosamente verdadero. [...] en aquel tiempo, tal como ahora, el registro geológico no presentó una cadena delicadamente graduada de una evolución lenta y progresiva” (enero de 1979, Vol. 50, núm. 1, págs. 22, 23).

A View of Life (Una vista de la vida) declara: “Comenzando a la base del período cámbrico, y extendiéndose por unos diez millones de años, todos los grupos principales de invertebrados ‘esqueletizados’ se presentaron por primera vez en el más espectacular aumento de diversidad que haya acontecido sobre nuestro planeta” (California, 1981, Salvador E. Luria, Stephen Jay Gould, Sam Singer, pág. 649).

El paleontólogo Alfred Romer escribió: “Debajo de esto [el período cámbrico], hay un vasto grosor de sedimentos en los cuales debería esperarse que estuvieran los progenitores de las formas cámbricas. Pero no los hallamos; estos lechos más antiguos están casi desprovistos de indicación de vida, y pudiera decirse que el cuadro general es consecuente, razonablemente, con la idea de una creación especial en el principio de los tiempos cámbricos” (revista Natural History, octubre de 1959, pág. 467).

El zoólogo Harold Coffin declara: “Si es correcto el concepto de una evolución progresiva desde lo sencillo hasta lo complejo, en el cámbrico se debería encontrar a los antecesores de estas criaturas vivientes totalmente desarrolladas; pero no se han hallado, y los científicos admiten que hay poca probabilidad de que alguna vez se hallen. Sobre la base de los hechos solamente, sobre la base de lo que en realidad se encuentra en la Tierra, la teoría de un súbito acto de creación en el cual fueron establecidas las formas principales de vida encaja mejor” (revista Liberty, septiembre/octubre de 1975, pág. 12).

Carl Sagan, en su libro Cosmos, reconoce con candidez: “La prueba fósil pudiera ser consecuente con la idea de un Gran Diseñador” (Nueva York, 1980, pág. 29).

¿Pudiera ser que el proceso evolutivo tuviera lugar como resultado de mutaciones, es decir, cambios drásticos que tuvieran lugar de súbito en los genes?

Science Digest declara: “Los revisionistas de la evolución creen que las mutaciones en genes regulativos clave pueden ser precisamente los ‘martillos neumáticos’ genéticos que su teoría de saltos significativos exige”. Sin embargo, esa revista también cita la siguiente declaración del zoólogo británico Colin Patterson: “El razonamiento superficial anda sin restricción. No sabemos nada acerca de estos genes maestros regulativos” (febrero de 1982, pág. 92). En otras palabras, no hay ninguna prueba en apoyo de la teoría.

The Encyclopedia Americana reconoce lo siguiente: “El hecho de que la mayoría de las mutaciones son dañinas al organismo parece difícil de conciliar con el punto de vista de que la mutación sea la fuente de materia prima para la evolución. Ciertamente los mutantes que se ilustran en los libros de texto de biología son una colección de fenómenos y monstruosidades, y la mutación parece ser un proceso destructivo, más bien que constructivo” (1977, tomo 10, pág. 742).

¿Qué hay de los “hombres-monos” en las ilustraciones de libros de texto, enciclopedias y museos?

“Para completar los detalles de la carne y el pelo de tales reconstrucciones hay que recurrir a la imaginación. [...] El color de la piel; el color, la forma y la distribución del pelo; la forma de los rasgos; y el aspecto de la cara... de estas características no sabemos absolutamente nada respecto a cualesquiera hombres prehistóricos.” (The Biology of Race, Nueva York, 1971, James C. King, págs. 135, 151.)

“La vasta mayoría de las concepciones artísticas se fundan más en la imaginación que en la prueba. [...] Los artistas tienen que crear algo que se encuentre entre un antropoide y un ser humano; mientras más antiguo se diga que es el espécimen, más parecido a mono lo hacen.” (Science Digest, abril de 1981, pág. 41.)

“Tal como lentamente estamos aprendiendo que los hombres primitivos no son necesariamente salvajes, así tenemos que aprender a darnos cuenta de que los hombres primitivos del período Glacial no eran ni bestias brutas ni semiantropoides ni cretinos. De ahí la inefable estupidez de todos los intentos por reconstruir al hombre de Neandertal o hasta al hombre de Pekín.” (Man, God and Magic [El hombre, Dios y la magia], Nueva York, 1961, Ivar Lissner, pág. 304.)

¿Acaso no se presenta la evolución como un hecho en los libros de texto?

“Muchos científicos sucumben a la tentación de ser dogmáticos, [...] vez tras vez se ha presentado la cuestión del origen de las especies como si finalmente se hubiera resuelto. Nada pudiera estar más lejos de la verdad. [...] Pero la tendencia a ser dogmáticos persiste, y no rinde ningún servicio a la causa de la ciencia.” (Periódico The Guardian, Londres, Inglaterra, 4 de diciembre de 1980, pág. 15.)

Continuará...



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